lunes, 4 de septiembre de 2017

Araña de rincón

no me
dan miedo las
arañas pero ella
era distinta nos
vimos a los
ojos y 
sentí sus 
palabras en el 
vértigo de mis
piernas apenas sostenidas por la 
gravedad supe que si
quería podía 
matarme podía
empujarme al
vacío natural de 
nuestras existencias o 
arrinconarme hasta su
cueva entre la 
pared de esta
dimensión ambiental y la
otra yo te
estimo pero yo ya
estoy muerta de
susto así que
técnicamente tú me
ganaste no
hay necesidad de
juegos tristes