sábado, 9 de diciembre de 2017

Rosa

me 
miraste como 
asustada con tus 
ojitos vidriosos y
transparentes atrapada en tu 
espejismo huracanado de 
invierno en 
primavera tu 
cabeza creció hasta que 
el 
tallo ya no 
pudo con el 
peso de tus
emociones cayó tu 
corazón sin 
separarse ni un
pétalo de tu 
centro y
desde allí me 
miraste pequeña más
pequeña que 
nunca y te
guardé en un 
libro de
tapa dura no 
tiene nada de 
malo envejecer