lo que
duelen son las
intenciones las no
natas las que
no
mueren aunque
quiera las que
arden por
siempre en el
pecho equivocado en una
habitación ajena en una
casa hecha mierda al
final de un
cuerpo al
término de
algo de
alguien haciéndose polvito contra la
pared de sus
pensamientos fracasando al
callar chocando contra la
impaciencia de
todos los
corazones con
corona quedando vacía desparramada con la
cabeza abierta de
tanto pensar de
tanto viajar a
otras realidades que
duelen y la
noche todavía sin
venir