el
chiste se
cuenta solo mientras
patean con sus
espuelas los
caballos de
metal de
espinazos petroleros de
lomos sin
columna desatada se
habrán aburrido de las
crines amansadas por
generaciones que
decidieron salir a
desperdiciarse en las
calles mal
pavimentadas
picoteadas por las
carretas de
diez años atrás tiradas por los
caballos que los
aburrieron por las
yeguas embarazadas y
tristes si se
mueren por la
irritación altanera de la
historia colonial solo entonces me
tatuaré un
san sebastián