sábado, 6 de octubre de 2018

Medusa

Las sirenas medusa fueron relegadas a las profundidades marinas. Pasó en ese tiempo de la Gata, cuando las sirenas mestizas luchaban por sus derechos, hace muchos años. Fueron las últimas en adquirir la igualdad social que les correspondía, incluso en la actualidad, había muchas sirenas medusa discriminadas debido a la peculiaridad de sus cuerpos transparentes. Se sentían más a gusto allá, en las partes oscuras del mar. 
Sin embargo, en los últimos tiempos, cuando las aguas se volvían más cálidas, las sirenas medusa subían a la superficie en largos grupos de colores transparentes. Se tomaban las esquinas rocosas, las matas domésticas de algas y posaban como estatuas tornasoles, estaban allí semanas enteras y luego volvían a sus cuevas en las profundidades. 
Las sirenas medufóbicas nada podían hacer contra este tipo de protesta, además, las sirena medusa habían aprendido a usar sin miedo ni vergüenza, los venenos y descargas eléctricas heredadas de sus antepasados. 
La ocupación silenciosa se fue prolongando con el pasar de los años, las semanas de estadía se duplicaban y cuadruplicaban hasta que las sirenas medusa no se fueron más.  Solo unas pocas, que incluso habían formado familia en las profundidades, se quedaron en el fondo del mar.
Una nueva era comenzó cuando Acuario anunció que su sucesora era una sirena medusa, y esta tomó su nombre y sus labores. Así cambiaban las aguas, para mejor, en el mar.