domingo, 7 de octubre de 2018

Narval

Las sirenas unicornio son las más peculiares de todas. Nacen con un gran lunar en la frente, que muchas veces es confundido con una marca zodiacal, y este va creciendo a medida que pasan los años hasta alcanzar un tamaño que varía de sirena a sirena. 
Se dice que los Narvales fueron las primeras sirenas y que todas descienden de ellos, les guardan por eso mucho respeto y este se extiende a sus descendientes directas. En la antigüedad, cuando no existía el consejo zodiacal, las sirenas eran gobernadas por una reina unicornio, pero esto acabó cuando la última reina narval dejó la corona por la espada, cuando tuvieron que enfrentarse a los humanos que al lanzarse al agua gritaban “Roma”.
Absurdos recién nacidos sin escamas. 
Nirvana había sido una reina justa y la última. Fue ella quien organizó a las sirenas unicornio, que eran las más grandes y fuertes de todas, para pelear contra los hombres que venían de la superficie hablando de Neptuno. No tenían idea de los dioses que realmente regían en el mar, venían ahogarse y a morir faltándole el respeto a la Luna, avergonzándola. 
Fueron días de sangre. 
Una vez que salieron victoriosas, Nirvana dejó dicho que se dedicaría a entrenar y a formar guerreras que las protegieran desde ese instante en adelante. Y, al abdicar, fue el consejo zodiacal el que adquirió nuevas facultades.
Desde entonces, las sirenas unicornio suelen formar parte de la casta de guerreras, guardianas feroces de todas las habitantes bajo el reino de la Luna. Es normal que, una vez adentro de la academia de armas, escalen hasta los más altos cargos.  Otras, prefieren ser modelos, ya que sus largos cuernos son muy bien vistos desde el punto de vista estético entre las sirenas. Era normal que, en la época de las aguas cálidas, ellas fueran las que más recibían flores, admiradas por su porte feroz y atlético. 
El nacimiento de una sirena unicornio, por lo tanto, era una bendición celebrada. Se dice que entre más largo sea el cuerno de la sirena, más fortuna tendrá su familia y la Luna se inclinará más a su favor, apoyándola siempre en el futuro.
Así funcionan las cosas, bajo el mar.